Y que la enfermedad no lo detenga.
Definitivamente no es fácil aprender a vivir con un padecimiento especialmente cuando es crónico, sin embargo no se trata solamente de sobrellevar la enfermedad, ni de sobrevivir; la clave es aceptarla y profundizar en los conocimientos de esta para poder tomar las decisiones correctas, siempre apoyado en su médico especialista.
Existe todo un proceso que sortear para quienes son diagnosticados con una enfermedad renal, como lo hay en otro tipo de males también crónicos. Considerando asimismo que no solamente afecta a la persona que la padece sino a todo su círculo cercano como la familia, los compañeros de trabajo y los amigos; anotamos algunas prácticas para que retome el rumbo y que la calma y bienestar regresen a su diario vivir.
Primeramente debe afrontar la enfermedad, es decir, aceptar que la padece y ante todo no reclamarse a sí mismo ni juzgarse por tenerla. El afrontarla es el primer paso para comenzar a trabajar en su nuevo estilo de vida.
Igual de importante es platicar con sus familiares de lo que está pasando, de lo que siente, abra su corazón sin autocompadecerse y sin enfadarse. Es normal que en un inicio no lo logre tan fácilmente pero será una práctica que le ayudará a explayarse y desahogar su sentir físico y emocional1.
Lo siguiente es informarse de la enfermedad, tratamiento, riesgos y cuidados. Una buena práctica es que anote en una libreta todas sus dudas de manera detallada y que acuda a su médico especialista quien las podrá resolver. Saber sobre ésta le ayudará a tomar las decisiones correctas sobre terapias y tratamientos y le dará el “control” sobre su propio cuerpo2.
De manera paralela, la salud mental debe ser atendida, si es necesario busque apoyo psicológico en caso de sufrir ansiedad, angustia o depresión.
Una vez haciendo conciencia que la vida continúa, retome sus actividades cotidianas y sus aficiones o en caso de que haya alguna, que por prescripción no pueda continuar, siempre es buen momento de hacer algo nuevo, de reentablar comunicación con amistades con las que se haya alejado, de leer los libros que ha esperado tanto leer, de acabar ese bordado, esa pintura o esa manualidad suspendida.
Atienda su alimentación, ingiera alimentos naturales evitando los procesados, ejercite su cuerpo ya sea con caminatas, yoga, natación, tai-chi, baile o lo que su médico le recomiende hacer. Dese el tiempo para realizar las actividades que le hacen feliz y disfrútelo con todo su ser: cuerpo, mente y corazón. Cuidar de sí mismo le hará sentirse mejor física y anímicamente. Descanse y disfrute de la naturaleza, nada como ella para hacerle sentir mejor3.
Finalmente no se aisle, intégrese a grupos que compartan sus intereses, o si lo prefiere a una red de apoyo donde encuentre personas que tengan padecimientos similares, con quienes podrá intercambiar experiencias y ¿por qué no?, a quienes usted podrá extenderles una mano de ayuda solidaria y eso le llenará de vida.
Fuentes
1 https://kidshealth.org/es/teens/deal-chronic-illness-esp.html
2 https://www.apa.org/topics/chronic-illness/coping-diagnosis
3 https://www.tucuentasmucho.com/cuidarse/consejos-vivir-enfermedad-cronica/