Con los problemas y presiones del diario vivir es normal que en las personas surjan pensamientos no del todo halagüeños y estos, muchas veces nos llevan a tener sentimientos que nos quitan energía, nos debilitan y van generando un remolino de emociones que realmente perjudican nuestro bienestar y salud total, es decir, tanto la salud física, como la anímica y la psicológica.
Esto sumado al hecho de tener algún padecimiento como la Enfermedad Renal Crónica, la baja en el estado de ánimo se vuelve algo consecuente, sin embargo es indispensable trabajar la parte emocional para desarrollarla, fortalecerla y mantenerla en alto.
El trabajo en las emociones es lo que conocemos como Inteligencia Emocional, un término acuñado por el psicólogo y periodista Daniel Goleman quien trabajó toda una teoría al respecto1.
Se trata de mantener un equilibrio en las emociones para que éstas no demeriten en otros males como la depresión, la angustia, o incluso en enfermedades adicionales generadas por la fuerza de la mente.
Por que sabemos que la mente es poderosa, subrayamos la importancia de trabajar en ella y en las emociones que forman parte de un todo2.
Inicialmente debemos tener autoconsciencia de los propios sentimientos, es decir qué estoy sintiendo y por qué, y saber que los sentimientos impactan directamente las decisiones y acciones que realicemos.
Una vez identificado lo anterior, se procede a desarrollar el autocontrol de los sentimientos que son los que generan las emociones, por ejemplo cuando nos dejarnos llevar por el enojo, la tristeza o la ira y aplicar también la inteligencia verbal para no decir palabras que salen sin pensar y que pueden herir irremediablemente a otros.
Habiendo desarrollado los dos puntos anteriores, viene entonces la automotivación que va relacionada con ser proactivo, fijarse objetivos y metas a corto plazo, no tienen que ser complejos ya que lo relevante es cumplirlos cada día e ir recobrando el optimismo y bienestar paulatinamente.
Al ir avanzando, la mejoría en el estado de ánimo y en los pensamientos será muy notorio y se proyectará en cada acción que realice. Y entonces viene el siguiente paso a dar que es lograr la empatía con las demás personas, comenzando por aquellas con quienes se tiene mayor contacto, es como ponerse en los zapatos del otro para poder entender sus sentimientos y ser menos duro al emitir algún comentario3.
Habiendo logrado desarrollar las habilidades anotadas, el trabajo no termina ya que se debe continuar con este entrenamiento de por vida, seguir fomentando de manera personal y transmitirla hacia los demás. Así como se entrena el cuerpo en un gimnasio, también las emociones se deben seguir entrenando, no perder el foco ni bajar la guardia.
Mantener una saludable inteligencia emocional también se verá reflejado en que se sentirá más saludable, más fuerte para afrontar la enfermedad, más ecuánime en los momentos de tensión; sus relaciones familiares, sociales y laborales mejorarán y su interior se refrescará porque habrá logrado el equilibrio que se busca para hacer de cada día una bella aventura por vivir.
Fuentes:
1 https://psicologiaymente.com/biografias/daniel-goleman
2 https://lamenteesmaravillosa.com/la-inteligencia-emocional-beneficios-la-salud/
3 https://psicologiaymente.com/inteligencia/inteligencia-emocional