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La importancia de las grasas en la alimentación 2ª parte.

grasas

Parte 2 de 2

La alimentación es uno de los rubros más importantes que vigilar cuando se padece de Insuficiencia renal y dentro de la alimentación el conocer sobre las grasas, le permitirá tener una mejor calidad de vida.

Por ejemplo saber que las grasas no saturadas pueden ayudar a reducir el colesterol, saber que si necesita aumentar de peso, puede ingerir grasas no saturadas o por el contrario si necesita perder peso, debe limitar las grasas no saturada.  Como siempre, moderación es la clave.  Mucha grasa “buena” puede causar problemas.

Cortar la cantidad de gordo en las carnes o quitarle la piel al pollo o al pavo también puede ayudar a reducir grasas saturadas. (1)

Se aconseja no reutilizar el mismo aceite con el que se cocina en un día, debe desecharlo en el bote de basura -dentro de un contenedor y no directo en el drenaje -, ya que al calentarlo se modifica su estructura y se liberan ciertas sustancias nocivas para la salud como los radicales libres encargados de oxidar nuestras células que con el paso del tiempo pueden ocasionar cáncer. Así que cada vez que cocine, utilice aceite nuevo.

De todas las grasas que existen las denominadas trans son las peores para su salud.

Por lo que lo recomendable es evitarlas.  Este tipo de grasa hace que el colesterol “malo” (LDL) suba, y que el colesterol “bueno” baje.  Cuando esto sucede, puede estar más propenso a contraer enfermedades del corazón, lo que puede causar daño a los riñones. (2)

Las grasas trans se presentan cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas como la manteca o margarina. Este tipo de grasa se encuentra en muchos alimentos fritos, empacados o procesados además de las calorías adicionales que contienen por el azúcar añadido. Por ejemplo empanizados y frituras, margarina en barra, pasteles, mezcla para pasteles, panes dulces incluyendo sus empaquetados, galletas y bizcochos, pan y galletas saladas, botanas, palomitas en bolsa o industrializadas, comida rápida y sustitutos de crema no lácteos.

Los alimentos de origen animal como las carnes rojas y los lácteos tienen pequeñas cantidades de grasas trans pero la mayoría de las grasas trans proviene de los alimentos procesados.

No todos los alimentos empaquetados contienen grasas trans, su presencia dependerá de los ingredientes que se hayan utilizado, es por eso que es importante leer las etiquetas nutrimentales. Todos los alimentos empacados llevan una etiqueta con información nutricional que incluye el contenido de grasas.

Busque la palabra parcialmente hidrogenado en la lista de ingredientes, eso significa que los aceites han sido convertidos en sólidos y grasas trans.

Los fabricantes pueden mostrar 0 grados de grasas trans si hay menos de 5 gr por porción. Muchas veces una porción pequeña muestra 0 gr de grasas trans pero estas aún pueden estar ahí.

Finalmente se aconseja hablar con su médico sobre cómo reducir la cantidad de grasa que usted debe consumir. Este lo puede remitir con su nutriólogo quien lo puede orientar más sobre el tema y ayudar a planear una dieta saludable.

Siempre asegúrese de revisar sus niveles de colesterol y triglicéridos así como de su grasa corporal mediante el estudio de bioimpedancia u otro estudio de composición corporal.

Fuentes:

 

 

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