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Los pacientes renales deberían regular su ingesta de fósforo.

El fósforo es un mineral que se encuentra en la mayoría de los alimentos, trabaja junto con el calcio para mantener los huesos y dientes fuertes, y ayuda a que los nervios y músculos funcionen correctamente. La concentración en sangre elevada (hiperfosfatemia) o baja (hipofosfatemia) puede traer consecuencias graves en la salud.

La concentración elevada de fósforo en los pacientes renales se asocia a un mayor riesgo de “osteodistrofia renal”, esta condición trae consigo la calcificación vascular y de otros tejidos, lo que conlleva a eventos cardiovasculares mortales como los infartos.

¿Qué es la Osteodistrofia renal?

Según un artículo publicado en el Atlas de Ostedistrofia renal de la Sociedad Española de Nefrología, encontramos que “El término osteodistrofia renal (ODR) se aplica en sentido genérico a todas las variedades de enfermedades esqueléticas que aparecen como consecuencia de la insuficiencia renal crónica (IRC) y del tratamiento sustitutivo de la función renal, bien sea la diálisis o el trasplante. Por ello, la ODR puede considerarse el paradigma de las enfermedades metabólicas óseas, ya que en ella pueden ocurrir, en grado variable, todas las lesiones óseas de origen metabólico”*

La ingesta diaria recomendada de este mineral para un paciente con ERC es de 800 mg al día. Los niveles normales de fósforo en sangre van de 2.3 a 4.7 mg/dl.

El fósforo se divide en 2 grupos:

– orgánico

– inorgánico

 

Fósforo orgánico

Se encuentra en alimentos de origen animal como carne y leche, este se absorbe en un 70% y de origen vegetal como leguminosas tales como frijoles, garbanzos, lentejas y habas; o en verduras que se absorbe en un 20%.

La recomendación de ingesta del fósforo orgánico en pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC) es:

  • La carne roja se deberá consumir únicamente una vez a la semana.
  • Del huevo consumir solamente la clara.
  • En cuanto a los lácteos, evite los quesos maduros, quesos amarillos, leche, crema, yogures, mantequilla y todos sus derivados.
  • Las leguminosas, se podrán consumir únicamente si su médico o nutriólogo lo autoriza.

Es importante subrayar que todos los alimentos deben consumirse bajo las técnicas para la reducción de fósforo y potasio que únicamente su nutriólogo y su médico le podrán proporcionar.

 

Fósforo inorgánico

El cuerpo lo absorbe hasta en un 90% y se encuentra en alimentos industrializados tales como: panes, refrescos, jugos embotellados, alimentos enlatados, sopas instantáneas, salsas industrializadas, alimentos congelados, etc.

Este tipo de fósforo es el más dañino y peligroso para la salud en pacientes con problemas de riñones.

Para llevar un control cuidadoso al hacer sus compras de despensa, le sugerimos revisar a detalle el contenido en las etiquetas de alimentos envasados buscando palabras que contenga “fos” ó (phos) por ejemplo, fosfato, fosfórico, fósforo, phosphate.

Pueden estar escritos también como:

  • Fosfato de sodio (sodium phosphate).
  • Ácido fosfórico, Polifosfato, Hexametafosfato, Pirofosfato tetrasódico.
  • Fosfato dicálcico (Dicalcium phosphate).

Cabe recordar que los embutidos como jamón, salchicha, mortadela, tocino contienen altas cantidades de sodio por lo que evite comerlos.

Evite comprar este tipo de alimentos procesados e inclínese por una alimentación orgánica y natural que además de ser más saludable, es fresca y en la mayoría de las ocasiones, es de temporada.

*Fuente:
https://www.senefro.org/modules.php?name=atlas&d_op=seeitem&iditem=13&idsection=3&idsubsection=

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