La morbilidad y la mortalidad de pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC) es elevada y la prevalencia de ERC aumenta progresivamente, por lo cual el número de pacientes que necesitan tratamiento sustitutivo de la función renal crece progresivamente, lo cual afecta desde diversos aspectos, tanto desde el punto de vista emocional, social y económico.
Sin embargo surgen diversos avances científicos que podrían mejorar sustancialmente la calidad de vida de los enfermos renales.
A continuación algunos de ellos.
Células madre embrionarias
Se trata de células pluripotentes no diferenciadas, aisladas de la capa interna del blastocito, que tienen la capacidad de diferenciarse en células de diferentes tipos: mesodérmicas, endodérmicas y ectodérmicas, dependiendo de las condiciones de cultivo. Se trata, por consiguiente, de células que poseen una posibilidad potencial de regeneración tisular. No existen datos publicados que describan la formación de un riñón completo procedente de células madre embrionarias, pero varios grupos han demostrado que las células madre pueden diferenciarse en estructuras renales cuando se inyectan a ratas inmunosuprimidas.
Algunos ejemplos: con una combinación de diferentes condiciones de cultivo y selección, y especialmente prediferenciando las células madre embrionarias in vitro hacia la línea deseada fueron capaces de generar una población pura de progenitores de túbulos proximales capaces de integrarse en nefronas normales sin producir teratoma (que es uno de los problemas principales de estas técnicas). Después de siete meses consiguieron, con una simple inyección en riñones de ratas recién nacidas, esa integración, aunque no en glomérulos. Sin embargo, todo ese tipo de células pueden provocar una respuesta inmunológica. Inyectando en el riñón células madre mesenquimales de rata consiguieron una preservación de la función renal en un modelo de glomerulonefritis progresiva en la rata, pero con una complicación a largo plazo que fue una diferenciación inadecuada de estas células madre mesenquimales en adipocitos que se acompañaban de esclerosis glomerular.
Xenotrasplante
El xenotrasplante utilizando riñones de cerdo pudiera resolver el problema de la escasez de donantes. En los últimos 20 años se ha progresado mucho en los mecanismos inmunológicos del modelo cerdo-primate no humano y está práctica se encontra cerca de los ensayos clínicos.
Los resultados del trasplante de riñones de cerdo a primates no humanos antes de 1998 producían un rechazo hiperagudo por la existencia de anticuerpos preformados preferentemente anti-GAL, un constituyente antigénico de la pared vascular del cerdo, conduciendo la activación del complemento y una coagulación intravascular y trombosis. En el año 2000 el grupo de Cambridge alcanzó una supervivencia de hasta 78 días en monos cynomolgus empleando riñones de cerdo transgénico para proteínas regulatorias del complemento humano (hDAF). Se había conseguido, por tanto, evitar el rechazo hiperagudo pero, sin embargo, continuaba perdiéndose el injerto por la presencia de rechazo agudo humoral. Al parecer ello se producía por la presencia de anticuerpos no anti-GAL. Sin embargo, cuando se conseguía prevenir este rechazo agudo humoral se hacía aún más obvia la presencia de microangiopatía trombótica y de alteraciones en la coagulación.
En la actualidad, las direcciones futuras del estudio del xenotrasplante pueden resumirse en:
- Nuevos agentes inmunosupresores.
- Identificación de antígenos no GAL en el cerdo.
- Estudio de la disregulación de la coagulación entre los cerdos y los primates.
- Resolver el problema de la coagulación actuando sobre los cerdos transgénicos con un gen anticoagulante o antitrombótico o retirándoles genes procoagulantes.
- Desarrollo de tolerancia donante-específica.
- Mejora en el estudio de la fisiología para algún tipo de órganos.
- Estudio de la infección de especies cruzadas (xenozoonosis).
- Minimizar el riesgo de los retrovirus porcinos endógenos.
- Consolidación y mejora de las regulaciones éticas y sociales.
Riñón embrionario (metanefros)
El metanefros es el precursor renal que se origina durante la quinta semana de gestación en los humanos o hacia el día 12 en el desarrollo embrionario de la rata.
Científicos implantaron metanefros de ratas en el peritoneo de ratas no inmunosuprimidas. Estos metanefros de 15 días hacia las 6 semanas después de la implantación habían aumentado de tamaño, se habían vascularizado gracias al aporte de vasos por la rata receptora (ausencia de rechazo hiperagudo) y habían formado túbulos y glomérulos maduros. Se practicó una unión del uréter del metanefros a un riñón propio que fue extirpado y 4 semanas después de la ureteroureterostomía se extirpó el riñón contralateral. El riñón trasplantado produjo orina y las ratas así trasplantadas aumentaron su vida media. Estos resultados convierten en razonable la posibilidad del empleo de metanefros de embriones muy tempranos como fuente potencial de riñón para ser regenerado y resolver el problema de la escasez de donantes. Asimismo aislaron una población concreta de células del mesénquima metanéfrico suficientes para formar el riñón completo, lo que sugiere la posibilidad de crear un riñón de una única célula madre procedente del mensénquima metanéfrico.
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Fuente:
SciElo http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-69952010000100001